Thursday, March 1, 2012


La bendición del Ejercicio






“Amado, deseo que prosperes en todo, y tengas salud, así como prosperas espiritualmente.” - 3 Juan 3

Aquí encontramos tres puntos importantes en los que hay que avanzar constantemente:

·         Prosperidad en todo.

·         Tener buena salud.

·         Crecimiento espiritual.

Pocos entienden esto. La verdadera prosperidad involucra todo. Y en todo esto esta la importancia de la salud. No hay crecimiento espiritual ni lo hay en ninguna otra a menos que tengamos buena salud.

1 Corintios 9:24-27.

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos corren, pero sólo uno lleva el premio? "Corred de tal manera que lo obtengáis.” Versículo 24.

El apóstol pablo era un aficionado del ejercicio físico, uso este ejemplo como parte para sus lecciones. En este versículo el también nos aconseja que debemos “correr de tal manera”. Podemos aplicarlo tanto espiritual como “literal.”

Todo atleta se abstiene de todo. Ellos para recibir una corona corruptible, pero nosotros una incorruptible.  Versículo 25

Para lograr una vida en acción, alguien que aprecia la vida esa persona será una persona disciplinada. Nadie logra nada amenos que sea  disciplinada. Por eso el dice que el “atleta se anstiene de todo.” De todo lo que no le ayuda, y busca aplicar todo lo que si le ayuda. Así en la vida espiritual como tambien  físico.

Así de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien golpea al aire. – versículo 26

Indiscutiblemente Pablo sabia lo que quería y lo lograba. Lo mismo debe ocurrir con nosotros. Nadie puede lograr la buena salud sino sabe lo que quiere.

Trato severamente a mi cuerpo, y lo someto a disciplina, no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.  Versículo 27



Al final Pablo nos pone cara a cara con la verdad, nadie puede pedir a otro ser algo que el o ella no ha llegado a ser. en este versículo el  nos ensena  que debemos poner nuestro cuerpo en disciplina. Por que de otra manera podremos tropezar tanto espiritual como físicos.

La inspiración nos habla de la importancia del ejercicio físico.



Mente character y personalidad tomo 1 pg. 118 – 125.

La ley de la acción obediente.

Todos los seres celestiales están en constante actividad, y el Señor Jesús, en su vida de trabajos prácticos, ha dejado un ejemplo para cada uno.  Dios ha establecido en los cielos la ley de la acción obediente.* Silenciosa pero incesantemente, los objetos de su creación realizan su tarea asignada.  El océano está en constante movimiento.  El pasto que crece, "que hoy es y mañana es echado en el horno", realiza su misión, vistiendo los campos con belleza.  Las hojas son movidas por el viento, y sin embargo no se ve mano alguna que las toque.  El sol, la luna y las estrellas son útiles y gloriosas al cumplir la misión para ellos designada.  Y el hombre, su mente y su cuerpo creados a la semejanza misma de Dios, debe estar activo a fin de ocupar el lugar que se le ha designado.  El hombre no ha de estar ocioso.  La ociosidad es pecado.- Carta 103, 1900.

La máquina del cuerpo debe continuar su obra.

Estudien el plan del Señor con respecto a Adán, quien fue creado puro, 119 santo y sano.  Se le dio algo para hacer.  Había de usar los órganos que Dios le había dado.  No podría haber estado ocioso.  Su cerebro debía trabajar, no en forma mecánica, como una simple máquina.  En todo tiempo la maquinaria del cuerpo continúa su obra; el corazón palpita, realizando regularmente la tarea que le fue asignada como una máquina de vapor, impulsando su corriente carmesí por todas partes del cuerpo.  Acción, acción, es lo que satura toda la máquina viviente.  Cada órgano debe hacer su obra asignada. Si continúa la inacción física, habrá cada vez menos actividad en el cerebro.- Carta 103, 1900.

Ejercicio al aire libre.

El sistema entero necesita la influencia vigorizadora del ejercicio al aire libre.  Unas pocas horas de trabajo manual cada día tienden a renovar el vigor físico y descansa y relaja la mente.- 4T 264, 265 (1876).

El aire, el aire, precioso don del cielo que todos pueden tener, lo bendecirá con su influencia vigorizadora sí no le impide la entrada.  Dele la bienvenida, cultive el amor por él, y le demostrará que es un excelente tranquilizante para los nervios.  El aire debe estar en constante circulación para mantenerse puro.  La influencia del aire puro y fresco promueve la circulación saludable de la sangre a través del sistema.  Refresca el cuerpo y tiende a volverlo fuerte y sano, mientras al mismo tiempo, su influencia se siente definidamente en la mente, a la que imparte una medida de calma y serenidad, Estimula el apetito, perfecciona la digestión de los alimentos, e induce un sueño tranquilo y profundo.- 1T 702 (1868).

La inactividad es causa fructífera de enfermedades.

La inacción es causa fecunda enfermedades.  El ejercicio aviva y regula la circulación de la sangre; pero en la ociosidad la sangre no circula con libertad, ni se efectúa su renovación, tan necesaria para la vida y la salud.  La piel también se vuelve inactiva.  Las impurezas no son eliminadas como podrían serlo si un ejercicio activo estimulara la circulación, 120 mantuviera la piel en condición de salud, y llenara los pulmones con aire puro y fresco.  Tal estado del organismo impone una doble carga a los órganos excretorios y acaba en enfermedad.- MC 182 (1905).

La regulación juiciosa del ejercicio.

El ejercicio físico bien dirigido, que emplea las fuerzas sin abusar de ellas, resultará en un agente curativo efectivo.- Ms 90, sin fecha.

Impide que la mente trabaje en exceso.

El trabajo físico no impedirá el cultivo de la inteligencia.  Lejos de ello.  Las ventajas obtenidas por el trabajo físico servirán de contrapeso a una persona, e impedirán que la mente sea recargada. La fatiga recaerá sobre los músculos y aliviará al cerebro cansado.  Hay muchas jovencitas inquietas e inútiles que consideran poco femenino el ocuparse en el trabajo activo.  Pero sus caracteres son demasiado transparentes para engañar a personas sensatas con respecto a su inutilidad...

Ser señorita no significa ser frágil, desvalida, estar sobrecargada de adornos y reír tontamente.  Se necesita más bien un cuerpo sano para tener una inteligencia sana.  La salud física y un conocimiento práctico de todos los deberes domésticos necesarios, jamás constituirán un obstáculo para una inteligencia bien desarrollada; ambos son altamente importantes para una señorita.- EC 31 (1872).

Sin ejercicio la mente no puede funcionar bien.

Para un joven sano, el ejercicio riguroso y enérgico fortalece el cerebro, los huesos y los músculos.  Y es una preparación esencial para la difícil tarea de un médico.  Sin tal ejercicio la mente no puede funcionar bien.  No puede producir los actos rápidos y claros que darán amplitud a sus facultades.  Llega a estar inactiva.  Tal joven nunca, nunca llegará a ser lo que Dios quiso que fuera.  El ha establecido tantos lugares de descanso que llega a ser como un charco de agua estancada.  La atmósfera que lo rodea está cargado con miasmas morales.- Carta 103, (1900). 121

El esfuerzo mental se restringe cuando se descuida el ejercicio físico.

Los que están empeñados en labor mental constante, ora sea estudiando o predicando, necesitan descanso y cambio.  El estudiante ferviente ejercita constantemente su cerebro, demasiado a menudo, mientras descuida el ejercicio físico; y como resultado, las facultades corporales quedan debilitadas y restringido el esfuerzo mental.  Así deja el estudiante de hacer la obra que podría haber hecho, si hubiese trabajado prudentemente.- OE 254 (1893).

Empléense por igual las facultades físicas y mentales.

Empléense por igual las facultades mentales y físicas, y la mente del alumno será refrigerada.  Si está enfermo, con frecuencia el ejercicio físico le ayudará a recobrar la normalidad.  Cuando los estudiantes salen del colegio, debieran tener mejor salud y una mejor comprensión de las leyes de la vida que cuando entraron en él.  Debiera preservarse la salud tan sagradamente como el carácter.- CN 321 (1890).

El ejercicio es un agente curativo.

Cuando los inválidos no tienen nada en que invertir su tiempo y atención, concentran sus pensamientos en sí mismos y se vuelven morbosos e irritables.  Muchas veces se espacian en lo mal que se sienten, hasta figurarse que están mucho peor de lo que están y creer que no pueden hacer absolutamente nada.

En todos estos casos un ejercicio físico bien dirigido resultaría un remedio eficaz.  En algunos casos es indispensable para la recuperación de la salud.  La voluntad acompaña al trabajo manual; y lo que necesitan ésos inválidos es que se les despierte la voluntad.  Cuando la voluntad duerme, la imaginación se vuelve anormal y se hace imposible resistir a la enfermedad.- MC 183 (1905).

El sistema de no hacer nada es peligroso.

El sistema de no hacer nada es peligroso en cualquier caso. Es un gran error la idea de que los que han abusado de sus facultades mentales y físicas, o que han quebrantado su cuerpo y su 122 mente, deben suspender toda actividad a fin de recuperar la salud.  Hay casos en que el descanso completo por un tiempo detendrá una enfermedad seria, pero en el caso de inválidos confirmados rara vez es necesario.- Ms 90, sin fecha.

La inactividad es la mayor maldición para la mayoría de los inválidos.

La inactividad es la mayor maldición que podría caer sobre la mayoría de los inválidos.  Esto es especialmente cierto de aquellos cuyos problemas fueron causados o agravados por prácticas impuras.

Una ocupación liviana en trabajo útil, mientras no agote la mente o el cuerpo, tiene una influencia favorable sobre ambos.  Fortalece los músculos, mejora la circulación, y le da al inválido la satisfacción de saber que no es totalmente inútil en este mundo atareado.  Al principio tal vez pueda hacer muy poco; pero pronto verá que sus fuerzas aumentan, y la cantidad de trabajo hecho aumenta en forma correspondiente.

Los médicos a menudo aconsejan a sus pacientes a hacer un viaje por mar, a ir a una fuente termal o visitar lugares diferentes para cambiar de clima a fin de recuperar la salud, cuando en nueve de cada diez casos si comieran en forma moderada y realizaran ejercicios saludables y con alegría, se sanarían y ahorrarían tiempo y dinero.- Ms 90, sin fecha. (Véase también MC 183, [1905]).

El ejercicio debe ser sistemático (consejo a una madre inválida).

El Señor le ha dado una tarea que hacer que El no hará por usted. Usted debería actuar por principio, en armonía con la ley natural, sin considerar sus sentimientos.  Usted debería comenzar a actuar según la luz que Dios le ha dado.  Tal vez no sea capaz de hacer todo de una vez, pero puede hacer mucho si avanza gradualmente por fe, creyendo que Dios será su ayudador, y que El la fortalecerá.

Usted podría hacer ejercicio al caminar y realizar las tareas que exijan trabajo liviano en su hogar y no depender tanto de otros.  La conciencia. de que usted puede hacerlo 123 le dará mayores fuerzas.  Si sus manos estuvieran más ocupadas y su cerebro menos activo en hacer planes para otros, su fortaleza física y mental aumentarían.  Su cerebro no está ocioso, pero no hay un trabajo correspondiente por parte de los otros órganos del cuerpo.

El ejercicio, para ser realmente una ventaja para usted, debería ser sistematizado y dirigido a los órganos debilitados a fin de que puedan ser fortalecidos por el uso.  La cura por movimiento [masaje] es de gran beneficio para una clase de pacientes que están demasiado débiles para hacer ejercicio.  Pero que todos los enfermos confíen en ella, dependiendo de ella, mientras descuidan el ejercitar sus músculos por sí mismos, es un gran error.- 3T 76 (1872).

La presente marea de corrupción resulta del abuso de cuerpos y mentes.

La marea de corrupción que está cubriendo al mundo es el resultado del mal uso y del abuso de la maquinaria humana.  Hombres, mujeres y niños deberían aprender a trabajar con sus manos.  Entonces el cerebro no trabajará en exceso, en desmedro de todo el organismo.- Carta 145, 1897.

El esfuerzo de la mente y del cuerpo tienden a prevenir pensamientos impuros.

Un esfuerzo proporcionado de las facultades de la mente y del cuerpo prevendrán la tendencia a tener pensamientos y actos impuros.  Los maestros deberían entender esto.  Debieran enseñar a los alumnos que los pensamientos y actos puros dependen de la manera en que realizan sus estudios.  Los actos rectos dependen del pensamiento recto.  El ejercicio en tareas agrícolas y en las diversas ramas del trabajo son una salvaguardia maravillosa contra el esfuerzo indebido del cerebro.  Ningún hombre, mujer o niño podrá mantener su salud si deja de usar las facultades que Dios le dio.  No puede guardar a conciencia los mandamientos de Dios.  No puede amar a Dios por sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo.- Carta 145, 1897. 124

Cada día algo de trabajo manual.

Según la luz que se me ha dado, si nuestros ministros realizaran más trabajo físico cosecharían bendiciones en relación con la salud... Es una necesidad definida para la salud física y la claridad mental el realizar alguna clase de trabajo manual durante el día.  En esta forma la sangre es llevada del cerebro a otras partes del cuerpo.- Ev 479 (1899).

Cada estudiante debería hacer ejercicio.

Todo estudiante debiera dedicar una porción de cada día a un trabajo físico activo. Así se adquirirían hábitos de aplicación y laboriosidad, y se formaría un espíritu de confianza propia, al mismo tiempo que se escudaría al joven contra muchas prácticas malas y degradantes que tan a menudo son los resultados del ocio.  Todo esto cuadra con el fin principal de la educación; porque al estimular la actividad, la diligencia y la pureza, nos ponemos en armonía con el Creador.- PP 651 (1890).

Se puede estudiar con provecho tanto el adiestramiento físico como la disciplina religiosa que se practicaban en las escuelas de los hebreos.  El valor de esta educación no se aprecia debidamente.  Hay una estrecha relación entre la mente y el cuerpo, y para alcanzar un alto nivel de dotes morales e intelectuales, debemos acatar las leyes que gobiernan nuestro ser físico.  Para alcanzar un carácter fuerte y bien equilibrado, deben ejercitarse y desarrollarse nuestras fuerzas, tanto mentales como corporales. ¿Qué estudio puede ser más importante para los jóvenes que el de este maravilloso organismo que Dios nos ha encomendado y de las leyes por las cuales ha de conservarse en buena salud?- PP 650 (1890).

El ejercicio físico da vida.

Cuando el cuerpo está inactivo, la sangre fluye perezosamente y los músculos disminuyen en medida y poder... El ejercicio físico, y el uso abundante de aire y de luz solar -bendiciones que el cielo ha derramado abundantemente sobre todos- le proporcionarían vida y fuerza a más de un extenuado inválido... El trabajo es una bendición y no una maldición.  El trabajo diligente resguarda a muchos, jóvenes y viejos, de las trampas de aquel que "encuentra algún mal para que hagan las manos ociosas".  Que ninguno se avergüence del trabajo, porque el trabajo honrado es ennoblecedor.  Mientras las manos están ocupadas en las tareas más comunes, la mente debe estar llena con pensamientos elevados y santos.- YI, 27 de feb. de 1902; NEV 225.



Consejos sobre la salud pg. 51-54.

Otra preciosa bendición es el ejercicio apropiado. Hay muchos indolentes inactivos, que no sienten inclinación por el trabajo físico o por el ejercicio, porque los cansa. ¿,Qué importa si los cansa? La razón por la que se cansan es que no fortalecen sus músculos por medio del ejercicio, por lo tanto les afecta el más pequeño esfuerzo. Las mujeres y niñas enfermas se sienten más satisfechas al ocuparse en trabajos livianos, como crochet, bordado, o encaje al hilo, 52 que al hacer trabajo físico. Si los enfermos desean recuperar la salud, no debieran descontinuar el ejercicio físico; porque así aumentarán la debilidad muscular y el decaimiento general. Vendad un brazo y dejad de usarlo por unas pocas semanas, después quitadle las vendas y descubriréis que es más débil que el brazo que habéis estado usando moderadamente durante el mismo tiempo. La inactividad produce el mismo efecto en todo el sistema muscular. No permite que la sangre despida las impurezas como sucedería si el ejercicio indujera una circulación activa.

Cuando el tiempo lo permite, todos los que puedan hacerlo, debieran caminar al aire libre en verano e invierno. Pero la ropa debiera ser apropiada para el ejercicio, y los pies debieran estar bien protegidos. Una caminata, aun en invierno, sería más benéfica para la salud que todas las medicinas que los médicos puedan prescribir. para los que pueden caminar, es preferible caminar en vez de cabalgar. Los músculos y las venas pueden realizar mejor su trabajo. Habrá un aumento de la vitalidad, tan necesaria para la salud. Los pulmones tendrían una actividad bien necesaria, puesto que es imposible salir al tonificante aire de una mañana invernal sin llenar bien los pulmones.

Algunos piensan que las riquezas y el ocio son realmente bendiciones. Pero cuando algunas personas se enriquecen, o inesperadamente heredan una fortuna, interrumpen sus hábitos activos, están ociosos, viven cómodamente, su utilidad parece terminar; se vuelven intranquilos, ansiosos e infelices, y su vida pronto se acaba. Los que siempre están ocupados, y llevan a cabo alegremente sus tareas diarias, son los más felices y más sanos. El descanso y la calma de la noche brindan a sus cuerpos cansados un sueño ininterrumpido. . .

El ejercicio ayuda a la digestión. Salir a caminar después de comer, con la cabeza erguida, enderezando los hombros y haciendo un moderado ejercicio, será de gran beneficio. 53  La mente se apartará de uno mismo, y se concentrará en las bellezas de la naturaleza. Cuanto menos se presta atención al estómago después de una comida, mejor. Si constantemente teméis que la comida os haga mal, muy probablemente sucederá así. Olvidaos de vosotros mismos y pensad en algo alegre.

El aire puro y los resfríos

Muchos son víctimas de la idea errónea de que si se han resfriado deben excluir el aire exterior y aumentar la temperatura de su habitación hasta que sea excesivamente alta. El organismo puede estar descompuesto, los poros pueden estar cerrados por el material de desecho, y los órganos internos más o menos inflamados, porque la sangre se ha retirado de la superficie y se ha ido hacia ellos. En estos casos, más que en otros, no se debiera privar a los pulmones de aire puro y fresco. Si hay un momento en que el aire puro es necesario, es cuando alguna parte del organismo, como los pulmones o el estómago, se enferma. Un ejercicio juicioso llevaría la sangre a la superficie, y aliviaría los órganos internos. Un ejercicio vigorizante, aunque no violento, al aire libre, con ánimo alegre, activará la circulación, dando un brillo saludable a la piel y enviando la sangre vitalizada por el aire puro, a las extremidades. El estómago enfermo se aliviará con el ejercicio. Con frecuencia los médicos aconsejan a los enfermos visitar países extranjeros, ir a las termas, o navegar, con el fin de recuperar la salud; cuando, en nueve casos de diez, si se alimentaran moderadamente e hicieran un ejercicio saludable con ánimo alegre, recuperarían la salud y ahorrarían tiempo y dinero. El ejercicio, y un aprovechamiento generoso y abundante del aire y de la luz solar ­bendiciones que el Cielo brinda liberalmente a todos­, darían vida y fuerza al extenuado enfermo. . .

Inacción y debilidad 

Los que no usan sus extremidades todos los días notarán que se sienten débiles cuando tratan de hacer ejercicio. Las venas y los músculos no están en condiciones de cumplir su función y mantener toda la maquinaria en saludable acción. Cada órgano cumpliendo su parte. Los miembros se fortalecen con el uso. Un ejercicio moderado cada día impartirá fuerza a los músculos, que sin ejercicio se ponen fláccidos y endebles. Por medio del ejercicio activo y diario al aire libre, el hígado. los riñones, y los pulmones también se fortalecerán para hacer su trabajo. Traed en vuestra ayuda el poder de la voluntad, que resistirá el frío y dará energía al sistema nervioso. En poco tiempo os daréis cuenta del beneficio del ejercicio y del aire puro y no viviríais sin esas  bendiciones. Vuestros pulmones, privados del aire serán como una persona hambrienta privada de alimento. Por cierto, podemos vivir más tiempo sin alimento que sin aire,  que es el alimento que Dios ha provisto para los pulmones. Por lo tanto, no lo consideréis un enemigo. sino una preciosa bendición de Dios.

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